MACHI CELESTINO, CIEN DÍAS EN HUELGA DE HAMBRE
MACHI CELESTINO, AUTORIDAD ESPIRITUAL DEL PUEBLO MAPUCHE
“En un posible fallecimiento le pido a mi pueblo nación mapuche, a no bajar la guardia a luchar hasta hacer que el Estado chileno se coloque a la disponibilidad de devolver nuestro territorio ancestral mapuche, los recursos naturales vuelvan a todos sus habitantes que hoy muchos de ellas y ellos se encuentran privadas y privados de libertad por parte del Estado chileno, provocándoles mayores daños y perjuicios en el ámbito espiritual, personal y socioeconómico”
Luego de que se cumplieran cien días desde que el Machi Celestino Córdova decidiera iniciar una huelga de hambre – con carácter de indefinida. Este jueves 13 de agosto, la segunda sala de la Corte suprema resolvió casi por unanimidad rechazar el recurso de amparo interpuesto por su defensa para que este pudiese cambiar su medida cautelar a arresto domiciliario y así pasar los próximos seis meses cumpliendo su condena en su comunidad. .
Frente a la solicitud de que se aplique el convenio 169 para que el Machi Celestino pueda estar en su rewe y así cumplir con la labor que como autoridad espiritual mapuche le corresponde, la corte sentenció que “que el amparado cumple su privación de libertad en un lugar cercano al de su residencia, por lo que se ha tenido en consideración el respeto por sus derechos fundamentales en relación con la conexión especial que tienen los indígenas con sus comunidades y territorios “. Es así como la corte suprema hizo pública la respuesta al recurso de amparo presentado por la defensa de la autoridad espiritual Mapuche de la comunidad Chicahual.
Cómo Señal 3 La Victoria, hemos preparado un pequeño reportaje acerca de estos cien días, en que los presos políticos mapuche y el machi Celestino han acudido a la huelga de hambre para exigir la libertad de los presos políticos y el respeto a los convenios internacionales, con tal de defender su espiritualidad. Situación que ha instalado con fuerza la situación de usurpación de los territorios ancestrales del pueblo mapuche y la violencia de carácter racista y colonial a la que les somete el Estado y la sociedad chilena.
“Hasta mi último día le recordaré al Estado de Chile que no conforme con masacrar a nuestros antepasados, no conforme con el empobrecimiento espiritual, cultural, socioeconómicamente, en forma forzado cruelmente a nuestro pueblo Nación mapuche, desde la llegada de la invasión, en tiempo actual, desde enero de 2013 el Estado chileno a través de su institución policial me despojó de mi rewe, de mi familia, de mi comunidad, de mi territorio, de todos mis pacientes que les brindaba vida y salud, siendo una autoridad espiritual mapuche”
La huelga de hambre que fue iniciada el día 04 de mayo por un grupo de nueve presos políticos mapuche; los cuales se encuentran en la cárcel de Angol y Temuco. Entre ellos, el Machi Celestino Córdova, llega a su día número cien y ha llevado a un estado de serio riesgo de muerte a la autoridad espiritual mapuche, quien además señaló a través de un audio que la lucha es “hasta dar la vida por el pueblo mapuche” con lo cual muestra la disposición de retomar la huelga seca.
Los y las machis, son autoridades ancestrales y espirituales, guardianes de la naturaleza, que cumplen labores de conducción espiritual y sanación en el pueblo mapuche. Necesitan estar en cercanía y conexión con su Rewe, para que su comunidad esté en equilibrio con la naturaleza. Si el Machi se encuentra encarcelado es toda la espiritualidad la que lo está.
El Machi Celestino Córdova fue acusado y declarado culpable como “autor cómplice” en el atentado en el que muriera calcinado el matrimonio Luchsinger-Mackay, Siendo sentenciado a 18 años de cárcel – de los cuales ya ha cumplido siete. Acusación de la que se reconoce inocente y cuya sentencia fue determinada a través de un proceso en el que se le intentó aplicar sin resultado la ley antiterrorista y donde no se respetaron por completo las garantías judiciales, según señala su defensa.
“Desde el día uno hemos dicho que él es inocente y que fue condenado a base de un montaje. Lo condenó principalmente la prensa. Cuando no hubo una mayor investigación, fue torturado por carabineros durante la noche, herido a bala, recién a las siete de mañana lo llevaron al hospital”.
Además del Machi Celestino, se encuentra en huelga de hambre Sergio Levinao Levinao, Juan Calbucoi Montanares, Víctor Llanquileo Pilquiman, Juan Queipul Millanao, Sinecio Huenchullán Queipul, Freddy Marileo Marileo, Danilo Nahuelpi Millanao y Reinaldo Penchulef Sepúlveda. A quienes, con el pasar de las semanas se les sumarán once PPM de la Cárcel de Lebu y siete de la Cárcel de Temuco. Lo que suma un total de 27 presos políticos mapuche en huelga de hambre hasta el día de hoy.
En los diversos comunicados dirigido a la Nación Mapuche, al pueblo chileno y a toda Abya Yala – los huelguistas señalan constantemente que entre sus exigencias concretas son: el cambio de medidas cautelares y lugar para el cumplimiento de las condenas de todos los presos políticos mapuches y del estallido social, para poder cumplirlas en sus comunidades o en sus domicilios según corresponda.
Lo anterior se da en un escenario de propagación del covid-19 donde además denuncian que ni gendarmería, ni el gobierno de Chile han realizado su labor de salvaguardar la vida de los presos, dado que los recintos carcelarios de todo el país muestran que no reúnen las condiciones sanitarias para proteger la salud y vida de las personas privadas de libertad en general y de los presos políticos mapuche.
“La evidencia empírica demuestra que una persona privada de libertad en Chile está expuesta a contagiarse hasta cinco veces más que una persona que no se encuentra en un recinto penitenciario”
Las demandas de los presos político en un marco jurídico local e internacional
Exigen así mismo que se de cumplimiento con irrestricto respeto al convenio 169 de la OIT sobre pueblos indígenas y tribales. Convenio de carácter internacional al que adscribe el Estado chileno, que entró en vigencia el año 2009 como en ley de la república. El cual abarca diversos temas: desde el reconocimiento de los pueblos, derechos sobre la tierra y territorio, recursos naturales, el derecho a mantener y fortalecer sus identidades, lenguas y religiones, incluso bajo medidas de reclusión.
El convenio 169 de la OIT, además reconoce como legítimas las aspiraciones de los pueblos indígenas a asumir, dentro del marco de los Estados en que viven, el control de sus propias instituciones y de sus formas de vida y de desarrollo económico. Compromiso que distintas autoridades, organizaciones y representantes del pueblo mapuche, denuncian que no ha sido cumplido por parte del Estado.
“Yo emplazo al Ministerio de Justicia y Gendarmería, a tomar medidas ahora. Sí Celestino Córdova llega a morir, será culpa de este gobierno y del Estado que se ha negado a cumplir con el Convenio 169 de la OIT en cuanto al respecto de las particularidades de los pueblos indígenas en materia de régimen carcelario”
Los presos políticos denuncian además un trato discriminatorio en cuanto a las medidas de modificación cautelar, señalando que sólo se habrían liberado a “criminales de lesa humanidad y anti mapuches, como a los nefastos agentes de la operación Huracán” amparándose en la excusa de la pandemia. Esto en el contexto en que, entre los meses de mayo y junio, gendarmería ha informado que más de diez mil reclusos han salido de los centros carcelarios como medida de contención sanitaria. Denunciando que entre los miles de privados de libertad que han salido de la cárcel ninguno es Mapuche.
“Vemos que, en el contexto de la actual pandemia por COVID19, ninguno de los comuneros mapuche condenados (o en espera de condena) por causas del conflicto entre el Estado chileno y el pueblo nación mapuche, ha recibido beneficios carcelarios orientados a la prevención del contagio (…)”
Huelga de hambre, represión y resistencia
Durante estos cien días en que el Machi Celestino mediante la huelga de hambre, y como autoridad espiritual ancestral, ha hecho un llamado a la unidad y convergencia de todas las luchas que se dan el territorio, del pueblo mapuche y no mapuche, contra el sistema colonial y capitalista, cuyas expresiones extractivista depredan la tierra, se ha visto recrudecida la violencia policial y colona en contra del pueblo mapuche. El que respondiendo al llamado aumenta sus niveles de unidad y movilización, solidaridad y protesta.
Las denuncias en torno al ejercicio de la violencia por parte de colonos, forestales y el Estado de Chile contra el pueblo mapuche, ha estado protegido por un fuerte cerco mediático, en medio del recrudecimiento en estos cien días. Tal es el caso del asesinato Alejandro Treuquil, lonko de la comunidad we-newen, que fue ejecutado por civiles en una emboscada donde además resultaron heridas otras tres personas pertenecientes al pueblo Mapuche, las constantes denuncias de allanamientos a las comunidades, detenciones arbitrarias a comuneros, y las recientes amenazas de muerte que sufriera la lonko Juana Calfunao por parte de desconocidos, en las cercanías de su comunidad. Violencia que llegara a un punto cúspide cuando grupos de ultraderecha, concertados con carabineros y militares, acudieron armados a desalojar a quienes mantenian tomadas las dependencias de diversas municipalidades – donde solo terminaron detenidos miembros de las comunidades – posterior a la visita del Ministro del Interior, quien en conferencia de prensa señalando que en Chile no hay presos políticos. Situación que mostró la brutal violencia racista que persiste en nuestro país y de la que es víctima el pueblo mapuche. Fuertes imágenes que dieron la vuelta al mundo.
“No estamos dispuestos a que nos vengan a matar, nosotros vamos a defender el territorio, porque nuestro único delito es defender la naturaleza, defender las aguas, defender este aire puro, ese es nuestro delito, y no permitir que corten nuestro árboles, no permitir que contaminen. No permitir que estas grandes empresas de extractivismo esten llevando todo (..) Los gobiernos, durante más de 140 años, han avalado el genocidio, la criminalización, la judicialización y el exterminio de nuestro pueblo ”.
Conforme avanzan los días la situación de los presos en huelga se vuelve cada vez más dramática, situación de complejidad agudizada por el impedimento por parte de gendarmería de que el Machi Celestino fuera visitado por su médico de confianza durante el primer mes de huelga. Lo anterior ha provocado una alerta a nivel internacional por parte de los organismos de defensa de derechos humanos, y las comunidades chilenas en el exterior, las que se comienzan a movilizarse en solidaridad con la causa mapuche y que llaman al gobierno a tomar medidas concretas en un momento en que varios de los presos que mantienen la huelga de hambre comienzan a evidenciar cuadros clínicos complejos producto de la medida.
“Creo que, en primer lugar, esta aspiración del machi Celestino es una aspiración legítima. Primero porque el Convenio 169 señala la preferencia de un método de sanción distinto al encarcelamiento.
La violencia, el lenguaje del Estado terrorista.
El discurso oficial del gobierno y la derecha – incluyendo a los grupos ilegales de características paramilitares que operan en la zona – sostienen que lo que ocurre en el territorio mapuche es producto de grupos violentistas de carácter terrorista, no asociados al pueblo mapuche o que instrumentalizan a los indígenas y sus causas. Por ende es un problema de criminalidad que se debe resolver mediante la violencia Estatal. El presidente sostuvo en conferencia que “Nosotros tenemos un compromiso con el Estado de derecho, con el orden público y con la seguridad ciudadana, es un compromiso total. Y por esa razón estamos abiertos al diálogo, con todos los que quieran dialogar, respetando el estado de derecho , renunciando a la violencia y colaborando para avanzar en las soluciones en La Araucanía”. Sin hacer mención a las demandas históricas y coyunturales del pueblo Mapuche, y de quienes hoy se encuentran en riesgo vital producto de la huelga de hambre.
La situación de no atención a las demandas de los presos políticos Mapuche, por parte del gobierno de Chile, ha llevado la huelga de hambre a un punto crítico. La única respuesta que han recibido los huelguistas de parte del Estado, ha sido la el tratamiento del problema como un problema de orden público. Desconociendo que la situación actual – de carácter histórico – es producto de la usurpación y destrucción los territorios ancestrales del pueblo Mapuche, puestos a merced de los intereses de las grandes empresas forestales y extraccionistas, mediante la imposición de la violencia militar expansionista del Estado, a través de la militarización de la zona.
“Hoy día hemos dado el inicio y la inauguración a un grupo especial de carabineros, que ha sido formado y preparado para combatir con eficacia el terrorismo. Que cuenta con los mejores instrumentos y herramientas tecnológicas como drones, sistemas de comunicación, sistema de inteligencia, para poder cumplir con eficacia su rol. Yo espero que ocn esto podamos iniciar una nueva Etapa en esta maravillosa región de la araucania, que deje atras la frustacion, el estancamiento, la violencia y el terrorismo”
A modo de reflexión
Lo que pone en evidencia hoy la huelga de hambre no es solo la situación de vulneración de los derechos de los presos políticos mapuche, por parte de un gobierno que ignora las legislaciones tanto nacionales e internacionales, en materia de derechos humanos, criminalizando las reivindicaciones de los pueblos originarios, tratándolos como terroristas.
Y que a la par de la urgencia por resolver humanitariamente la situación de riesgo vital de los comuneros se instala que instala y queda en evidencia, de forma clara, la situación de violencia que ha impuesto el Estado chileno y la sociedad capitalista en términos históricos y actuales, perpetuando la usurpación de sus tierras, la violencia sistemática a la que se ven sometidos por parte de la la policía militarizada, a nombre de empresarios, nacionales y transnacionales; que amenazan la vida de la naturaleza, por ende de las comunidades y la continuidad misma del pueblo nación mapuche, con sus proyectos extractivistas.
Cabe preguntarse, si un gobierno, que ha sabido representar de forma clara, no otro interés sino el del gran empresariado y cuyo camino de resolución de la conflictividad social ha sido el intento de aplastar la movilización ciudadana, tendrá interés real de resolver este conflicto histórico a través de un proceso de dialogo honesto, que parta del reconocimiento de la legitimidad de las demandas de un pueblo ancestral, que por lo demás tiene una conexión distinta con la naturaleza, no como una mercancía o un bien transable – como la comprende el Estado capitalista, los colonos y las empresas extractivistas – y que sitúa al ser humano no en términos de propietario, sino que en una relación de equilibrio vital, entre la naturaleza y las comunidades humanas. O reconociendo esa dimensión del conflicto que no puede manejar, insistirá, como lo ha hecho hasta ahora, en la criminalización y la represión de ese pueblo.
